Margen inicial y margen adicional
Por lo general, cuando un comerciante pone un artículo a la venta, le asigna un margen. Pero como no siempre ese margen se mantiene mucho tiempo invariable, le llamamos margen inicial. Su fórmula es:
Coste de compra + Margen inicial = Precio de venta
Es posible que este margen inicial no sea suficiente para cubrir todos los gastos que la venta de la mercancía origina. O puede ser sobrepasado por el incremento de la inflación. O quizá, por distintos avatares del mercado, aumenta el coste de compra. Son todas ellas circunstancias que van a incidir negativamente sobre el mercado, por lo que el comerciante tendrá que subir el precio de venta inicial del producto, añadiéndose un margen adicional.
Así obtendríamos el segundo precio de venta:
Coste de compra + Margen inicial + Margen adicional = Segundo precio de venta
Naturalmente, no sólo es posible aumentar el margen. En ocasiones las condiciones son favorables, y el comerciante decida disminuir este margen. Puede bajar los costes de compra, bien porque la competencia ha disminuido sus precios, bien porque conviene y es posible realizar una promoción, etc. En este caso, cambiaríamos nuestros cálculos:
Coste de compra + Margen inicial + Margen adicional + Margen cancelado = Tercer precio de venta
Estas disminuciones de precios suelen ser inevitables. Por ello, muchos comerciantes fijan sus márgenes contando con que tendrán que reducirlos en un momento u otro. Si queremos expresar esta reducción en porcentaje, ésta será la fórmula adecuada:
Porcentaje de reducción = Margen cancelado / Precio inicial de venta
Las reducciones del margen comercial se deciden bajo las siguientes formas, según una terminología aceptada:
Realización. La realización es una oferta de artículos a un precio inferior del que se cobra normalmente el minorista. Es una oferta, limitada o no en el tiempo, que consiste en rebajar el precio habitual de determinados artículos. El comerciante marca los productos con ambos precios: el normal y el de la reducción.
Liquidación. Cuando el comerciante precisa deshacerse rápidamente de artículos sobrantes en su almacén, promueve una liquidación. En este caso, los artículos rebajados no volverán de ningún modo a su precio original.
Compra especial. Si el minorista ha conseguido una partida de artículos a un precio inusualmente barato, luego repercute esta ventaja en el comprador, vendiendo los artículos a un precio muy ventajoso para el cliente, que agradece encontrarlos a ese coste.
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