Como síntesis de la evolución de los últimos años, hay que recalcar que el distintivo de este proceso reciente de la distribución comercial es la especialización.
La especialización del comerciante: En segmentos de mercado concreto, han aparecido establecimientos y formas comerciales que atienden a diferentes grupos de consumidores y a diferentes tipos de compras.
La especialización en la gestión: Cada vez más compleja y necesitada de personas y de medios técnicos. Por ejemplo, en el ámbito físico de la distribución con Centros de Transporte y Plataformas de Distribución. O en el ámbito de los conceptos, la gestión de secciones concretas de establecimientos minoristas, la constitución y mantenimiento del surtido y del lineal de la sección, según el establecimiento.
La especialización en los distintos tipos de venta: Derivada del desarrollo de la informática y las telecomunicaciones. Ventas de cualquier tipo por múltiples canales.
La especialización en nuevos servicios a los consumidores: Ligada también a la informática y a las telecomunicaciones. Como por ejemplo, los modos de pago, las tarjetas de crédito, colaboración específica con entidades bancarias.
La especialización mercantil: Comercios, Gestión, Venta y Servicios.
Los nuevos servicios a los compradores, de prestación posible gracias a todas las innovaciones llevadas a cabo estos últimos años, tienen una doble virtualidad: además de ampliar la gama de oferta de comercio minorista, en tanto que son servicios comerciales, han posibilitado el desarrollo de nuevos elementos de política comercial en los establecimientos detallistas, que a la vez que incentivan las compras por impulso, permiten una mayor fidelización de la clientela.
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